viernes, 25 de octubre de 2013

Desde...Mexile

Conmovedora Carta de un abuelo en Defensa de su nieto Gay

Es una carta intensa, dura e impactante. No es de gran extensión ni contiene sendas reflexiones pero es precisa, concisa y directa. Remueve.

De puño y letra, el abuelo acusó a su hija Christine de ser homofóbica y le dijo “un padre que repudia a su hijo es lo que va ‘contra la naturaleza’”.

La carta fue publicada originalmente en la página de Facebook del sitio FCKH8.com, quienes habría confirmado el origen de la misiva asegurando que fue presentada por Chad, el hijo y nieto nombrado en la carta. Tiene más de 20 mil “likes” desde los primeros días de octubre que fue posteada. Y se ha compartido cerca de 10.000 veces.

Además la carta se viralizó cuando fue tomada por la sección de notas en video del diario Huffington Post, donde destacaron la lucidez del abuelo, su apertura y sabiduría para acoger y contener a su joven nieto de orientación homosexual.

Eso es lo potente de este texto movilizador. A pesar de que no existen más detalles de la familia, el nombre del abuelo ni la historia completa, el mensaje, se entiende por sí solo. Es una madre que reniega de su hijo porque es gay y además, lo echa de la casa.

Esta es la carta completa:

“Querida Christine:

Me decepcionas como hija. Tienes razón cuando dices que tenemos una ‘vergüenza en la familia’, pero te equivocas sobre cuál es.

Echar a Chad de casa sólo porque te dijo que es gay es la verdadera ‘abominación’ aquí.

Un padre que repudia a su hijo es lo que va ‘contra la naturaleza’.

La única cosa inteligente que te escuché decir, en todo esto es que ‘tú no criaste a tu hijo para que fuera gay’. Por supuesto que no lo hiciste. Él nació de esa manera, y no eligió serlo tal como tampoco (decidió) ser zurdo.

Tú, sin embargo, sí elegiste ser hiriente, estrecha de mente y retrógrada. Entonces, como estamos en esto de repudiar a nuestros hijos, creo que aprovecharé el momento para decirte adiós.

Ahora tengo un ‘fabuloso’ (como dicen los gays) nieto para criar y no tengo tiempo para las palabras sin corazón de una hija.

Si encuentras tu corazón, llámanos. Papá”.

Dear Christine:

I'm disappointed in you as a daughter. You're correct that we have a "shame in the family," but mistaken about what it is.

Kicking Chad out of your home simply because he told you he was gay is the real "abomination" here. A parent [disowning] her child is what goes "against nature."

The only intelligent thing I heard you saying in all this was that "you didn't raise your son to be gay."

Of course you didn't. He was born this way and didn't choose it any more than he [chose] being left-handed.

You however, have made a choice of being hurtful, narrow-minded and backward.

So, while we are in the business of [disowning] our children, I think I'll take this moment to say goodbye to you.

I now have a fabulous (as the gay put it) grandson to raise, and I don't have time for heartless [expletive] of a daughter.

[If] you find your heart, give us a call. —Dad

VISITA MEXILE

domingo, 13 de octubre de 2013

Desde..."La banana caníbal"

En los últimos años, una corriente revisionista de la historia tiende a cuestionar diversos conceptos que durante siglos habían sido considerados como verdades absolutas. Uno de ellos (y también uno de los preferidos por quien suscribe) es el del famoso "encuentro de culturas", que antiguamente se celebraba en estas tierras con el título de "Día de la Raza".

Este es uno de los días del año en el que BANANAS pierde su máscara de frivolidad. Recuerdo algunas polémicas bastante subidas de tono en tiempos pretéritos de BANANAS EN LA CAMA, cuando los bananeros peninsulares manifestaban su ofensa ante nuestros comentarios acerca de las atrocidades perpetradas por los conquistadores europeos. Vano era insistir en que no era nuestra intención endilgarles a los europeos del siglo XXI los delitos cometidos por sus ancestros de antaño y siempre salía a relucir el hecho de que los pueblos originarios de entonces no eran tampoco santos que vivían en celestial armonía con sus prójimos y etc., etc. Vano era responder que no se trataba de establecer que la después llamada América fuera el paraíso terrenal sino un territorio habitado por personas que tenían derecho a vivir de acuerdo a sus ideas y costumbres.

En los años sucesivos (y en gran parte gracias a esas discusiones primigenias), tomé el hábito de interiorizarme acerca de las culturas que habitaban nuestro continente antes de la llegada de los europeos. En particular (y por razones obvias) en las cuestiones de género y diversidad sexual. A lo largo de estos años, transcribí algunas obras relativas al tema que ponían negro sobre blanco en lo referente a la verdadera conducta de los invasores conquistadores, haciendo hincapié en el trato que se le dio a la homosexualidad vernácula.

Para leer el post completo

VISITA LA BANANA CANIBAL

viernes, 4 de octubre de 2013

TRISTE HISTORIA DE NATHAN VERHELST

No quería ser un monstruo. Esa fue la razón que llevó a Nathan Verhelst, un transexual de 44 años nacido como Nancy, a solicitar que los médicos le quitaran la vida en Bélgica, por no haber podido cristalizar su deseo de cambiar de sexo a pesar de haberse sometido a dos operaciones de reconstrucción de sus genitales.

Y eso fue lo que le concedió un juez, bajo el argumento de “un sufrimiento físico insoportable”, amparado en la legislación que permite la eutanasia en ese país.

La inyección letal se le administró el 30 de septiembre pasado.

Hacía más de un año que la había solicitado. Aunque los detalles son escasos -en parte debido a los acuerdos de confidencialidad entre doctores y pacientes- el origen de tal sufrimiento fueron los profundos efectos físicos y psicológicos que le dejaron las cirugías, según conoció BBC Mundo.

La eutanasia está despenalizada desde 2002 en Bélgica, uno de los únicos tres países en Europa, junto con Holanda y Luxemburgo, donde el procedimiento es legal.

Sin embargo, es la primera vez que se aplica en el caso de una persona transexual por los efectos derivados de intervenciones quirúrgicas para obtener una nueva identidad sexual, según le dijo a BBC Mundo Jacqueline Herremans, miembro del Comité Federal de Evaluación y Control de Eutanasia de Bélgica.

LA HISTORIA

Nathan Verhelst había nacido mujer en un hogar con otros dos hermanos varones, en la pequeña ciudad de Sint-Niklaas de la región flamenca de Bélgica.

En 2009 comenzó su terapia hormonal para el cambio de sexo y finalmente se sometió a dos cirugías en 2012: una mastectomía y una reconstrucción genital para tener un pene.

En una entrevista que Verhelst concedió al periódico belga Het Laatste Nieuwshoras antes de morir, dijo que se sentía “asqueado” con los cambios en su cuerpo, que lo hacían sentirse un “monstruo”.

Contó, además, que nació como “la niña a la que nadie quería”, que sus hermanos fueron bien aceptados por su madre, pero que a Nancy solo “la toleraba” y la hacía dormir en un cuarto de almacenaje sobre el garaje de su casa.

Tras la eutanasia, la madre de Verhelst, que no fue identificada con su nombre, dijo al mismo diario que el nacimiento de Nancy como niña la decepcionó. “Era tan fea…Tuve un parto fantasma. Su muerte no me molesta. No siento tristeza, ni dudas ni remordimiento. Nunca tuvimos un vínculo”.

Citado por el diario británico The Telegraph, el médico a quien se atribuye haber ejecutado la eutanasia, Wim Distelmans, explicó que “el insoportable e incurable sufrimiento” llevó a su paciente a hacer esta elección.

“Para la eutanasia, un sufrimiento insoportable puede ser físico y psicológico. Este caso claramente cumplía con las condiciones que exige la ley. Nathan se sometió a tratamiento psicológico por seis meses”, señaló. Distelmans no respondió a la solicitud de una entrevista con BBC Mundo. En su despacho comentaron que no estaba disponible para dar más contestación a “los numerosos mensajes y llamadas que ha recibido”.

Jacqueline Herremans, del Comité Federal de Evaluación y Control de la Eutanasia de Bélgica, le dijo a BBC Mundo que la noticia del caso Verhelst la tomó por sorpresa. Por mandato legal, para que la eutanasia sea aplicable en Bélgica, debe haber una enfermedad o una condición que produzca un daño físico o mental, explicó.

Herremans decidió averiguar de primera mano con el propio Distelmans, y supo por el médico que las operaciones de cambio de sexo habían dejado también a Nathan secuelas físicas que impedían a su cuerpo cumplir funciones fisiológicas básicas.

“La cirugía (de reconstrucción de los genitales) fue un desastre y afectó funciones vitales. Su calidad de vida mermó considerablemente. Se trata de una operación muy delicada con la que tienes que ser muy preciso, o puede ser más dañina que beneficiosa”, comentó con cautela a BBC Mundo.

Según el procedimiento, una vez que el médico aceptó aplicar la eutansia, debió consultar la opinión de un segundo médico y, dado que la muerte no se daría inmediatamente, también la de un tercero.

El segundo y el tercero son psiquiatras, según Herremans.

LA PARTIDA

El 4 de septiembre de 2012, Nathan Verhelst escribió en su perfil de Facebook, sobre su cambio de sexo: “Qué lástima que la gente te dé la espalda si escoges convertirte en la persona que por años llevaste dentro. Si un hombre necesita cambiar por un asunto de género más allá de lo que se ve afuera (…) es una decisión de vida o muerte (…) Qué lástima que la gente me sigue decepcionando”.

En las fotos de este año ya no parece haber restos de Nancy en el cuerpo de Nathan, vestido de traje en varias de ellas. En la última imagen colgada en su perfil, del 22 de julio, está sentado en la playa, mirando en la distancia, el gesto tosco, la cabeza rapada, el torso descubierto, el pecho tapado por su brazo tatuado y otro tatuaje sobre el que antes había sido su seno izquierdo.

En los comentarios de las fotos hay halagos por su nuevo aspecto.

Herremans comentó que a pesar de la nula relación con su familia, Nathan no estuvo solo al momento de la muerte asistida. Además del equipo médico, estuvieron amigos. Y el día antes hicieron una despedida en un jardín, a la que también invitaron a periodistas.

Suele haber rituales así la víspera de la eutanasia, cuenta la abogado, para preparar al paciente y a los dolientes para la partida, señaló Herremans.

La mayoría de los casos de eutanasia, según los datos del comité, han ocurrido en casa (52%).

La muerte puede ocurrir en no más de dos minutos, explicó Herremans, por una inyección letal con efecto de anestesia o una poción de barbitúricos.

Según medios locales, la de Nathan Verhelst tuvo lugar en el hospital y se efectuó por inyección letal.

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