La primer noche tuvimos una conversación con el Gasti, aprovechando que hacía bastante que no teníamos una charla relajada y sin preocuparnos de nada ni estar alterados por ningún tema. Todo empezó porque fuimos a un 'claro' (lugar despoblado de árboles) a ver el cielo estrellado. La verdad que en la ciudad no se puede ver el cielo como se ve en el campo. En el campo se ven millones de estrellas, que aunadas a la oscuridad del lugar y a la ausencia de gente, hacían que toda la escena fuera mágica...
Nos tiramos en el suelo y después nos acostamos directamente sobre el césped, tratando de comprender la inmensidad del universo y al mismo tiempo nuestra pequeñez. Vimos satélites y también algunas estrellas fugaces. Verdaderamente el lugar se prestaba para el romanticismo y casi enseguida empecé a transar con el Gasti, quien me dijo que me iba a contar algo que le había pasado y que no me había contado hasta ese entonces, por temor. Temor a que yo me enojara con él y temor a mi reacción individual o personal.
Cuando le pregunté de qué se trataba tanto misterio, me comentó que últimamente había estado conversando con la madre y en un momento dado, le comentó sobre sus dudas respecto a su sexualidad. No le dijo que era gay pero tampoco se lo negó cuando su madre se lo preguntó. Simplemente le dijo que estaba muy confundido con respecto a ese tema, pero que nada ni nadie tenía que ver con ese asunto. Simplemente era una inquietud que tenía, y que se lo contaba a ella pero que no le dijera nada al padre.
Obviamente la madre le prometió no decirle nada a nadie, pero no le dio mucha importancia a esa 'confesión', cuando fue el mismo Gasti el que asumió que sus dudas provenían quizás de que todos tenían novia y él no. También le dijo que a mí ni a ninguno de los demás chicos le había comentado nada. A mí no me había comentado nada, porque temía a mi reacción, pero que estaba en sus planes decírmelo a mí también en alguna ocasión propicia y qué mejor ocasión de decírmelo a todo eso en esa noche mágica...???
Yo la verdad que no supe que contestarle. Le dije que lo que había hecho estaba bien si él así lo sentía, pero que si había decidido salir del clóset con la madre, que supiera que más tarde o más temprano iba a tener que afrontar al padre y que estaría bueno que no solamente él esté preparado en esa confesión, sino que todos estuviéramos preparados porque el padre no es tonto y 'no come vidrio' y ante tal confesión, seguramente atará cabos sueltos y nos podríamos comprometer todos. Así que de una vez por todas, teníamos que tomar al 'toro por las astas' y decidir qué es lo que vamos a hacer y qué postura vamos a tener en un futuro que no parece tan lejano...
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