martes, 13 de noviembre de 2012

Desde "Ser maricon en Quito"

VIRTUAL Y REAL

Debo confesar algo: me cuesta mucho desenvolverme de modo práctico y eficaz en el “mundo virtual”, hago el comentario más que nada en lo que tiene que ver con generar relacionamientos con personas recurriendo a la Internet y la telefonía celular. El Gaydar, bearwww, Manhunt -en la onda gay- o el Facebook y más páginas -en lo hetero-, nos permiten “conocer” a otras ¿“personas”? y no digo “acercarnos” o “comunicarnos” porque esas actividades creo que implican mucha más profundidad e interacciones.

¿Pero qué o quiénes son aquellas “corporalidades” virtuales que miramos y escudriñamos en la red? ¿Objetos o personas? Porque en modo alguno somos lo que colgamos en la red (aunque estemos convencidos de que es así), solo son aquellos fragmentos y/o piezas escogidas por nosotros, que intentan ofrecer una visión mejorada de lo que realmente somos, la idealización de lo que quisiéramos ser, y para eso recurrimos a fotografías, descripciones, videos, textos, etc. Nos construimos un cuerpo a imagen y semejanza de lo que deseamos ser o proyectar, pero en ese intento terminamos siendo objetos: de admiración, de deseo, de curiosidad… y los fines justifican los medios, que lo importante es que se fijen en nuestro perfil y nos mensajeen. Con todo, no dejará de ser una manipulación, un artificio, puesto que solo mostramos lo que queremos que se vea o lea. Y más que nada, no dejará de ser una construcción interesada y direccionada.

En la onda gay, hay variadas páginas con multitud de perfiles para todos los gustos y con diferentes propósitos (sinceramente estimo, más que nada de índole sexual, y no hay nada de malo en ello), aquellos que muestran la imagen de clara y de cerca de su propietario (cara, sexo, cara y sexo), los que contienen fotos lejanas (se hace necesaria una lupa), los que tienen fotografías mutiladas (solo muestran ciertas partes del cuerpo o cuerpos sin rostro) o aquellos que no tienen imágenes (auto invisibilización). La joda es que esto de la Internet la hemos ido transformando en una nueva especie de armario (ya lo dije antes), porque ¿A qué hetero común y corriente se le ocurre ingresar a una página de contactos homosexuales? O seaaaa. Para armarizados y timoratos es suficiente la realidad material, que eso de seguir ocultos en la Internet como que ya no cuadra, pero bueno, igual los perfiles sin foto, parece que consiguen su cometido de todos modos.

Para leer el post completo VISITA SER MARICON EN QUITO

2 comentarios:

  1. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  2. Este relato me representa en un 100 por ciento. Para mi estas redes sociales son el prostíbulo cibernético del siglo.

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