Tenía pendiente escribir un post referente a las familias de las personas homosexuales. Hoy recibí un comentario que creo que es más ilustrativo de lo que pude haber plasmado yo en una entrada. Decidí no dejarlo solo como un comentario, y decidí convertirlo en un post.
Casi nunca se habla de la familia de las personas homosexuales. Los homosexuales no nacemos en huecos, ni nos trae la cigüeña. Los homosexuales nacemos de padres y madres, en líneas generales, heterosexuales. Se que este es un tema delicado para muchos de nosotros, porque muchos han sido repudiados por sus familias y eso es un dolor y una herida para la cual no hay bálsamo, operación, pastillas ni Merthiolate que la cure.
Pero muchas veces, muchísimas veces, nuestros padres sufren tanto o más que nosotros. Nadie los preparó para ser padres y mucho menos, para ser padres de una persona homosexual. La sociedad no solo nos maltrata a nosotros, sino que también a ellos. Los hacen culpables de nuestra supuesta "abominación" y "perversión", conminándolos a que reparen su supuesto error condenándolos también al infierno.
Les llenan la cabeza con cosas como "los homosexuales nunca podrán ser felices", "los homosexuales son promiscuos", "los homosexuales mueren de SIDA", "los homosexuales siempre estarán solos" o "los homosexuales siempre serán rechazados". ¿Que padre puede querer eso para sus hijos? ¡¡Ninguno!! Somos su mayor logro, somos sangre de su sangre, nos cuidaron, nos curaron las heridas, nos limpiaron, nos dieron de comer, nos educaron. Estoy seguro que muchos sienten un dolor inmenso. También se que cuando la gente siente dolor (físico y emocional), no actúa de la forma más correcta, dice cosas que en realidad no siente y lamentablemente drenan ese dolor generando más dolor en los seres que mas ama y lo aman.
PARA LEER EL POST COMPLETO Visita Las Crónicas de Hefestión
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